No mas pasapalabra

Esta semana ha vuelto el famoso programa de entretenimiento "Pasapalabra", no cambió el fin pero sí fue capaz de presentarse como algo "novedoso". ¿Cómo algo tan arraigado a la parrilla televisiva es capaz de volver a sorprender y enganchar al público? Manteniendo su esencia y cambiando el envoltorio, ofreciendo padrinos como Matías Prats, presentadores que actualmente están en el top como Roberto Leal y concursantes que no iban a defraudar. Sin embargo, incluso el nuevo formato tuvo que adaptarse a las nuevas condiciones manteniendo distancias de seguridad y supliendo los aplausos del público por grabaciones. Pero, ¿es así como todos queremos volver?

Algunos universitarios ya hemos comenzado la época de exámenes, y tenemos nuestro rosco particular y tan extraordinario que hace dos meses no nos llegaríamos a imaginar. Puede que nuestra preocupación esté más en que no se vaya el Wifi que en ser capaces de recordar los temas. Porque sí, ante todo la vida ha seguido y las exigencias siguen siendo las mismas, y nadie se ha parado a reflexionar acerca de las condiciones de evaluación. Por tanto yo me pregunto ¿qué tipo de evaluación estamos haciendo? ¿es esto ahora lo verdaderamente importante a calificar? Es cierto que para que nos puedan conceder los créditos de cada asignatura, se necesitan ciertas pruebas que acrediten nuestros conocimientos, pero ¿alguien se ha parado a pensar en qué hemos aprendido de nuestros días de confinamiento? Es más, vayamos un paso más allá: ¿en qué estamos poniendo el interés: en el conocimiento o en las circunstancias (wifi, silencio en casa...)? ¿qué hemos estado afianzando durante estos dos meses: términos o miedos? ¿dónde hemos hecho las prácticas que nos preparan para nuestro futuro: en los laboratorios/clases/empresas.. o en los balcones, redes sociales, hogares...?

Tanto universitarios, como niños, como población en general creo que deberíamos pasar por la prueba del rosco, eso sí, acompañada de un test. Desde la A hasta la Z todos deberíamos haber adquirido nuevos aprendizajes aplicables a nuestro día a día. Porque no solo hemos adquirido nuevos temas sino que hemos aprendido a adaptarnos a las nuevas circunstancias, hemos vivido experiencias en nuestras casas que no se van a volver a repetir, hemos visto cómo profesionales salían a exponer sus vidas para que nosotros siguiéramos nuestro ritmo, hemos visto como personas cercanas tenían que dejar de trabajar, hemos visto el miedo, la soledad, la muerte... Por tanto, ¿verdaderamente las evaluaciones son representativas de nuestros aprendizajes? NO.

Y lo mejor de todo, es cada uno hemos ido acumulando segundos a nuestro favor. Llegamos ahora al rosco con mucho tiempo acumulado, ni más ni menos 5.356.800 segundos. En consecuencia, tenemos tiempo suficiente a nuestras espaldas para poder responder correctamente, ¿qué has aprendido? ¿qué quieres llevarte a partir de ahora? ¿qué quieres dejar? ¿qué has aprendido a valorar? ¿qué has descubierto? ¿en qué quieres invertir tu tiempo? Porque si verdaderamente no somos capaces de completar el rosco hemos perdido el tiempo, y no solo nosotros, sino que todo nuestro equipo, es decir, la sociedad entera.

Por tanto, no vale pasar palabra, no vale dejar más tiempo pasar. Lo único que vale es empezar a actuar y dar pasos. Vale ya de cabañas, de ver cómo pasan los días desde la ventana. Hay que cambiar la perspectiva para pasar del balcón del que aplaudimos a la acera en la que caminamos. De nada vale haber guardado tanto tiempo si no pasamos una evaluación personal en la que decidamos cómo empezar a ejecutar todo por lo que hemos pasado, todo lo que hemos pensado y con lo que nos hemos conmovido.

Decía que el programa había mantenido su esencia metida en un nuevo envoltorio, que aún volviendo a casa se presentaba como algo "novedoso". Nosotros volveremos a salir a las mismas calles, a los mismos bares, tiendas, cines...y seremos los mismos pero con unas circunstancias y aprendizajes nuevos que ya llevamos impregnados en nosotros. Por tanto, no más pasapalabra, no podemos volver a lo mismo porque nuestra evaluación es ver si algo ha cambiado en nosotros y cómo podemos aplicarlo a nuestro día a día. De hecho, el día que comencemos a salir con ese "nuevo look" interior habrá más probabilidades de contagio, todos aprendemos por observación y nuestra sociedad necesita de modelos que estén dispuestos a dar la talla, a invertir su tiempo y conocimiento en un nuevo proyecto que valga la pena.

Vivimos uno de los momentos más dinámicos de la historia, pero ¿te has preguntado a dónde estamos yendo? Es momento de evaluación y acción, no perdamos el tiempo con distracciones, que para eso ya están los medios bombardeando continuamente de información más o menos fiable. Como buenos estudiantes, sabemos que cada uno tiene unas capacidades, un ritmo y un método distinto y a partir de ahí todos somos capaces de mostrar nuestra mejor versión.

No más pasapalabra, es tu momento


Comentarios

Entradas populares de este blog

"Entre dos aleteos"

Inquietudes Desactivadas

🌈Resiliencia