Inquietudes Desactivadas

Mucha gente me ha dicho muchas veces que no sé parar, yo misma me he repetido que tengo que aprender a esperar. Alguien dijo una vez “El pesimista ve dificultades en cada oportunidad. El optimista ve la oportunidad en cada dificultad” (W. Churchill)

Lo que sí he aprendido es que las oportunidades siempre están, solo hay que saber encontrarlas. Que en la vida hay solo una forma de ver las cosas, y es viendo el vaso medio lleno. Claro está que siempre hay cosas que hacen que la balanza caiga, pero en nuestras manos está controlar nuestra atención hacia aquello que nos saca, al menos durante un segundo, de los que nos preocupa.

Una mirada, un abrazo, una sonrisa, oír tu nombre de alguien que aprecias… Cosas que normalmente no valoramos, quizás, porque no tenemos tiempo para pararnos. Sin embargo, son nuestro motor de cada día.

Inquietud para mí es la energía, el movimiento que me lleva a descubrir cada día más, a interrogarme y ponerme en marcha siempre queriendo ir “más allá” de una realidad en la que solo vivimos, sin pararnos en ello. Sin embargo, cuando el tiempo me obliga a detenerme, a desconectar, me hace activar todo eso que se mueve en mí. Desactivada de la realidad en la que el tiempo no frenaba, para conectarme conmigo misma y todo lo que nos rodea que muchas veces pasamos desapercibidamente.

¿Por qué esto? Porque me encanta hablar y escuchar a los que me rodean mientras me tomo algo, en la universidad, con la familia, con los amigos… Hablar ahora para mí será escribir en este cuaderno de notas que podría ser solo mío, pero que quiero compartir. Escuchar cualquier comentario que quieras dejar, en el que confluyan nuestras ideas…

Lo dicho, un par de ideas locas que iré soltando desde está inquietud activada impuesta por una oportunidad de aprender a valorar.


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