Buffet Libre -Cerrado-


¿A quién no le gustan los hoteles en los que hay un buffet libre? Da igual que estés acostumbrado a desayunar siguiendo directrices del "realfooding" que ahí llegamos todos y arrasamos con lo que haya. Churros con guarnición de las típicas alubias inglesas, o selección de bollería acompañado de diversos embutidos, y eso sí, uno o varios cafés. Anoche Santi Rodríguez en El Hormiguero lo recordaba muy bien, y sino os dejo este vídeo de hace un año (porque el punto humorístico en estos tiempos también es importante).


¡Y qué razón tiene! Cuando nos ofrecen la oportunidad de escoger lo que queramos, nosotros nos saltamos dietas y normas de no mezclar dulce con salado, para arrasar con todo hasta casi explotar. ¿Qué condiciones nos imponen a cambio? Normalmente unos horarios fijos y un precio, relativamente razonable. Claro, ¿qué precio tiene comer sin límites? Pero, lo mejor de todo, es un proceso automático sin pensar mucho: llegas te pones a la fila con tus platos y cubiertos, coges el pan, eliges primero, eliges segundo y postre. ¿Te quedas con hambre? No pasa nada, todo vuelve a empezar. Sin embargo, las expectativas no suelen ser muy elevadas y por tanto, habrá un margen de error razonable, porque si alguien encuentra un plato un poco sucio no pondrá una reclamación sino que cogerá el siguiente de los cientos que hay disponibles. 

Quizás todos estamos de cierta forma acostumbrados a vivir de buffet, es decir, a arrasar con todo lo que tenemos oportunidad. Y, en el caso de que se acabe, no pasa nada porque en el momento está repuesto. Además, lo hacemos sin reflexión, entramos y salimos de la cadena, participamos las veces que queremos, dónde y cuándo lo necesitamos. E incluso, sin necesitarlo, ya se encargan algunos de crearnos la necesidad y el deseo de obtenerlo. Al final, la realidad es que participamos en una cadena de producción, llamada sociedad, en la que nuestros comportamientos obedecen a unas simples normas, en la que hay muchas oportunidades que no dejan de emerger, en la que todos participamos compulsivamente.

Sin embargo, llega un día en el que los productos dejan de suministrarse y el buffet no tiene comida para abastecer a todos. Los comensales, acostumbrados a tener todo lo "bueno, bonito y barato" cuando quieren, comienzan a pelearse con los recursos que hay. Obvio, cada uno va a buscar lo mejor para sí mismo y para los suyos, y no se van a quedar esperando a que otros coman para después ellos quedarse sin nada. Pero, es que resulta, que también en ese momento es cuando comienzan a valorar todo lo que tenían antes, las veces que han dejado comida en el plato por haber cogido más de lo necesario y, en ese instante, el precio comienza a parecer caro para los recursos que ofertan.

¿Nos suena a algo? Aprendemos a valorar lo que tenemos cuando nos falta. De hecho, aprendemos que "dejar cosas en el plato" tiene sus consecuencias, porque esos recursos que desechamos podrían servir para otros que no tienen la oportunidad de acceder primero. Porque al final volvemos a lo de siempre, si hay recursos para todos, ¿por qué existen tantas desigualdades? Porque vivimos en un buffet, en el que no nos basta con lo justo sino que nos servimos de más, porque es un lugar en el que lo bien visto o lo normal es llenar el plato varias veces no por necesidad sino por apariencia. Nos hemos acostumbrado a vivir con sobras, y cuando tenemos que vivir de las sobras (sanitarias, alimenticias, económicas, materiales...) es cuando somos más exigentes con el buffet, porque nos damos cuenta que la forma en que hemos participado y la dinámica se ha desarrollado no ha sido la correcta.

Ahora el buffet está cerrado, pero cuando vuelva a abrir habrá una nueva norma: Aumentar las distancias de seguridad. Por tanto, ¿cómo asegurarnos que el primero y el último tendrán las mismas oportunidades? ¿Verdaderamente los primeros se contendrán y consumirán solo lo necesario? Sinceramente me parece difícil, pero no imposible. Lo que creo es que este aislamiento transversal a muchos planos sociales favorece la aparición de más diferencias. De hecho, quizás el proceso ya esté dando entradas preferentes para la reapertura, dejando atrás a muchas familias que luchan día a día contra las consecuencias, no solo sanitarias de esta emergencia.

Buffet libre - Cerrado -

Queridos clientes aprendan a valorar lo que en su día consumían sin tener necesidad, a partir de ahora cobraremos por lo que dejen. Por favor, no dejen distancia entre unos y otros y caminen conjuntamente hacia la caja.
Precio: Ser agradecido.

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