🌈Resiliencia

Ayer en la ciudad de Madrid, cuando nos disponíamos a salir a las ventanas y balcones para aplaudir entorno a las 20 horas, apareció un fenómeno que es capaz siempre que aparece de ganarse el asombro de mucha gente. Sin embargo, fue todavía más especial dadas las circunstancias que vivimos y el momento en el que apareció.


¿Hubiera sido sorprendente un arco iris hace dos meses? Si, porque normalmente no estamos acostumbrados a verlo todos los días. Pero, ¿ayer fue aún más especial? Si, porque en el estado adverso que vivimos cobró un significado especial, consiguió destacar aún más y algunos, incluso, lo vieron como un signo de esperanza. Y es que, efectivamente, fuimos capaces de ver esta forma curvilínea tan característica que no era "la curva" de contagios o fallecidos que sigue su curso sobre una ciudad terriblemente acechada por el enemigo, sino que era "una curva" que desprendía color y unía muchas emociones.

El tema de hoy lo he ido dejando a lo largo de semanas, y me hubiera gustado hablar de él más adelante. Sin embargo, esta imagen es perfecta para poder entender mejor: qué es RESILIENCIA. Este sustantivo, tan similar ortográficamente y a la vez diferente semánticamente a resistencia, es una característica física que tienen muchos objetos para ser flexibles ante una fuerza externa y volver a su estado natural cuando dicha fuerza desaparece. Imaginemos una goma elástica que estiramos con nuestros dedos, pero que en cuanto soltamos vuelve a su estado original. Podríamos hacer también el símil con el arco iris, cuyo fenómeno se produce por la refracción de los rayos del sol en pequeñas gotas de agua de la atmósfera, pero que cuando ya no se produce dejamos de percibirlo.

Este fenómeno se ha visto también en personas, que a pesar de vivir eventos traumáticos o situaciones adversas, son capaces de predecir, minimizar, sobreponer, crecer y aprender de los efectos dañinos que puedan surgir. Por tanto, deben cumplirse dos requisitos para considerarse una persona resiliente: la existencia de adversidad y las capacidades de la persona que influyen en su recuperación.

Uno de los antecedentes de este fenómeno fue el estudio de la "indefensión aprendida" en animales. Simplificando muchísimo podríamos decir que sería un análogo a ciertos síntomas de la depresión en humanos. Lo que se hacía era someter a descargas eléctricas a diversos animales, de forma que no pudieran llegar a conseguir el alimento, y los resultados mostraban que 1/3 de éstos nunca se daba por vencido y seguía intentándolo. Pero, en humanos también podemos verlo en ejemplos concretos, porque seguro que muchos conocemos a personas cercanas que por muchas adversidades que la vida haya puesto en su camino, sacan fuerzas de donde sea y siguen luchando sin darse por vencidos, que son capaces incluso de animar a los de su alrededor y cuentan su batalla como una lección de vida de la que han salido más fuertes. En definitiva, personas que a pesar de la oscura tormenta después se visten de arco iris.

Claro, cuando hay un fenómeno que parece tan positivo como este, puede ser muy interesante estudiar las causas para poder ayudar a otras personas a desarrollar este tipo de estrategias. Así pues, se ha estudiado el comportamiento de muchas personas ante desastres naturales, enfermedades físicas o somáticas y ante trastornos mentales. ¿Qué tienen en común las personas que son capaces de recuperarse ante tales batallas? Principalmente 3 cosas: sensación de control sobre el contexto, coherencia con los valores personales y conexión social o apoyo de otras personas. En resumidas cuentas, fortalezas o habilidades con las que la persona cuenta, que no hace falta que sean demasiadas, pero sí que la persona sea consciente y sepa utilizarlas. De esta forma, será posible tener un "crecimiento" o cambio positivo que es resultado de esa lucha interna ante la batalla.

¿Quiere decir esto que la persona es Mr Wonderfull y todo es maravilloso? No, porque quizás se nos haya olvidado que la persona está sufriendo, y por tanto, hay una serie de emociones y experiencias negativas a las que está expuesta. Sin embargo, es capaz de crecer y sobreponerse a esa situación, de ser flexible después de la tormenta y sacar punta a sus fortalezas o habilidades que serán las que pongan color a su día a día. De hecho, hay estudios en los que se ha visto que la potencia del crecimiento está asociada a la intensidad de la experiencia negativa, de forma directa, aunque parezca contradictorio.

¿Podríamos tener una tormenta en nuestro día a día, un evento traumático, que quizás se denomine "Covid-19" o "Estado de Alarma"? No me atrevo a cuantificar sus consecuencias psicológicas ni a equipararlo, por el momento. Sin embargo, está claro que esta situación novedosa y tan incierta, a la cual vamos a exponernos durante un tiempo, está cambiando nuestro funcionamiento a muchos niveles: físico, social, psicológico, económico... y está marcando un antes y un después en muchas personas. Pero, además, la forma en la que cada uno nos enfrentamos al enemigo en nuestras rutinas también es distinta. 

Por tanto, ¿cómo podríamos ser arco iris en medio de la tormenta? Hay tantas respuestas como personas haya en el planeta, y cada uno tiene los "deberes" de buscar su método más efectivo o fortaleza más valiosa. Algunos ejemplos podrían ser el optimismo, la autoaceptación, el cuidado de uno mismo, el apoyo social, las aficiones, el sentido del humor, la familia, la creatividad, la persistencia... Es importante resaltar que estas fortalezas o valores siempre están y se ganan el halago de muchas personas que conocen al individuo que lo muestra. Pero, recordemos, no es lo mismo el arco iris de hace dos meses que el de ayer, y es en estas situaciones en las que la balanza necesita de más fuerza y más color para ser resilientes. Porque no consiste solo en resistir asumiendo a cualquier precio cualquier consecuencia, sino de tener estrategias para cuando "la fuerza externa" deje de hacer su efecto, volver, de la mejor forma posible al estado original.

Y ahora reflexiono en voz alta. Ayer la tarde comenzó con tormenta, después salió el arco iris, y finalmente acabamos el día con algún rayo de sol. La tormenta no nos la va a quitar nadie, que seamos arco iris depende de nosotros. Por tanto, ¿podría haber un crecimiento a nivel personal y social que dejara ver nuevos rayos de luz cuando todo esto acabe?

Comentarios

  1. Esperemos que si, que tanto o a nivel personal como colectivo se produzca un cambio positivo en toda la sociedad.....

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