Resistiremos

Es impresionante como después de casi 20 días saliendo a las ventanas y balcones seguimos con la misma fuerza aplaudiendo. Nos emocionamos cada día que pasa y, si es posible, cantamos más fuerte que el día anterior. Vamos sumando nuevas canciones al repertorio. Compartimos miradas y saludos con esos vecinos que antes eran desconocidos y ahora son nuestra rutina. Pero, si hay algo que no cambia es ese himno que nos empuja cada día y conmueve un poquito más, un grito que nos da energía y anima a seguir resintiendo.

No nos dejaron tiempo para calentar. Nos vimos dentro de una carrera de fondo, en la que necesitábamos mucha resistencia. De hecho, no nos habíamos concienciado ni habiendo empezado. No sabemos cuántos kilómetros nos quedan, ni siquiera si hemos llegado a la meseta o el famoso pico de la curva. Notamos cómo nuestro cuerpo y nuestra mente se cansa de tanta subida que cada vez encima se empina más, porque las circunstancias y noticias no van a nuestro favor. Nos va faltando el aire, y como los niños en los campamentos nos preguntamos "¿Cuánto queda?", y como si fuéramos nuestros monitores propios nos auto convencemos de que queda poco. Por el contrario, verdaderamente no sabemos ni cómo serán los próximos repechos.

Día a día nos levantamos con la esperanza de que el día va a ser mejor. Hemos descansado y estamos dispuestos a seguir luchando. Pero los obstáculos vuelven y se interponen en nuestra carrera. Una maratón en la que aunque empezamos a sentir el sudor y las lágrimas del esfuerzo, aún no acabamos de creer estar viviendo del todo. Y es que, muchas veces parece que seguimos dormidos viendo cómo sucede esta pesadilla. Menos mal, que nos encontramos con esos rayitos de luz que rápido nos pinchan una dosis de risazepam y con esas fuentes de agua que permiten que despertemos, seamos solidarios unos con otros y sigamos con los pies en la tierra.

La resistencia, es una de las capacidades físicas básicas, particularmente aquella que nos permite llevar a cabo una actividad o esfuerzo durante el mayor tiempo posible. Quienes hayan hecho alguna clase de HIT (cardio) o de GAP (fuerza) además sabrán que los efectos del ejercicio serán mayores cuantas más repeticiones hagas. Eso sí, no vale con repetir sin más, tenemos que concentrarnos en aquellos músculos que estemos trabajando y la respiración. ¿Y cómo acabamos? Con las piernas temblando y las pulsaciones a punto de taquicardia. Sin embargo, sabemos que al día siguiente el esfuerzo habrá merecido la pena, y día a día iremos notando los resultados, ganaremos más fuerza y resistencia. Ojalá, que este maratón aunque nos deje física y mentalmente reventados, nos ayude a salir resilientes y con una nueva forma física (o forma de ver la vida).

La realidad es que en estas estamos, día a día luchando contra los miedos, los obstáculos, las desganas, las impotencias, la nostalgia, la locura, los contratiempos y las facturas. Seguimos en pie contra todos los golpes porque cuando salgamos nos quedan muchas más carreras que superar. Y si, saldremos con una armadura de hierro que tendrá que tocar de nuevo la realidad y seguir luchando en nuevas batallas.

Antes de acabar, no quiero olvidarme de todos los pequeños, con los que más contacto he tenido en los últimos meses, y con tantos adultos que también tienen su propia batalla día tras día, aislados en habitaciones de hospital y luchando contra muchas enfermedades, algunos desde bien pequeños. Para mí, son el mejor ejemplo de resistencia y un motor para seguir día a día al pie del cañón. Porque nosotros sí sabemos que tarde o temprano, después de la meseta, llegará la bajada y tocaremos la meta y eso nos sigue demostrando que somos unos afortunados. Y si  me dejáis, os contaré su secreto: vivir con naturalidad el día a día, pero sobretodo jugar mucho, emocionaros y estar rodeados de los vuestros. Esta canción también va por vosotros, y si vosotros podéis, nosotros también podremos hacer esta fuerza porque la batalla la ganamos todos juntos.

Y ahora, poner el vídeo con el volumen a tope. Pero, además os pido que en estos días suene en bucle. Todos los beneficios que saquen irán destinados a Cáritas que no se queda en casa y sigue desarrollando su labor tan grande y a la vez silenciosa. Hoy me acuerdo de las Pilares, Ana, Esperanza, María Jesús y tantas más que estáis día a día al pie del cañón, acompañando y abrazando tantas y tantas necesidades. Vosotras también nos enseñáis lo que es una buena carrera de resistencia día tras día, esperando siempre al más vulnerable que también tiene que llegar a la meta.

¡Resistiremos!






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