Por NUESTROS mayores...

Esta mañana leí unos versos de los que circulan en las redes que me llegaron de forma especial y quiero compartir con vosotros:

"Eran unos niños, cuando en España estalló una guerra,
crecieron entre el miedo, el dolor y las cartillas de racionamiento.
Su infancia fue triste y cruel, nunca tuvieron juguetes,
ni teléfonos de última generación, solo tuvieron hambre.
Trabajaron duro, levantaron España
y ahora en soledad, tristes y asustados
se están muriendo.
Otra guerra cruel e invisible los está matando.
La muerte se los lleva y ellos tan dóciles como siempre,
agarran su mano y en silencio se marchan.
Ojalá al final de éste último viaje, 
allí donde lleguéis, volváis a ser niños
tengáis al fin una infancia 
y seáis eternamente felices"


La EXPERIENCIA con mayúscula es la principal característica de mis protagonistas. Personas que conozco de primera mano que son una enciclopedia de vida y los demuestran cada día. Nuestros mayores que no son viejos ni pasados, son personas con una gran trayectoria que siguen como nosotros, en esta guerra invisible que ahora atravesamos.

No pasa un día sin que aprendan algo nuevo, como si todavía no llevaran suficiente a sus espaldas. Han pasado una guerra, una posguerra y la mayor revolución tecnológica. Y día a día se siguen actualizando. Tienen una gran capacidad de adaptación y muchos hasta se atreven con las redes sociales. ¿Quién les iba a decir que no les hacía falta aprenderse los nombres de todas las calles perpendiculares de Bravo Murillo de arriba a abajo y de izquierda a derecha porque llegaría GoogleMaps? ¿Y que un coche cualquiera podrían cogerlo con un app del móvil? ¿O que podrían seguir las misas en streaming por Facebook?

La vida, las ciudades, las rutinas, y el mundo en general se ha ido transformando. Sin embargo, ellos nunca han perdido los valores que en nuestra sociedad hoy en día están más ausentes. Ejemplo de ello podría ser valorar lo que tenemos. Porque ellos sí que saben que las cosas no caen solas del cielo y que cada día hay que levantarse y trabajar con mucho esfuerzo para salir adelante. Gracias por repetirnos una y otra vez que las cosas hay que cuidarlas, y que no se puede tener siempre todo lo que queramos.. Perdonadnos porque nunca fuimos capaces de entender esa frase de "con muy poco éramos muy felices", y ante eso nuestra respuesta era "porque tampoco conocíais lo que era tener mucho más". En estos días, creo que podemos imaginarnos ligeramente a lo que os referíais. Quizás, estábamos buscando fuera de nuestras casas aquello que nos hacía felices y nunca nos paramos a valorar lo que teníamos dentro. Además, nuestras prisas por producir y tener más nunca frenaban.

Vosotros sabéis lo que es trabajar duro día a día para ganarse el pan. Desde bien pequeños salisteis de vuestras casas para buscar un oficio que aprender y así, poder ayudar en casa. No pasasteis horas delante de un ordenador subiendo prácticas y leyendo textos, y aún así, nos dais mil vueltas en geografía, lengua, cálculo mental y sobretodo en psicología y la vida misma. Incluso, muchas veces habéis tenido que cambiar el trabajo de la calle por uno mucho más importante y envolvente: cuidar de los vuestros. Porque cuando vuestros padres, hijos, hermanos, maridos, mujeres... han necesitado vuestra ayuda habéis dejado todo, para entregaros plenamente a ellos. Porque el amor estaba por encima de todo, y vuestras rutinas podían esperar. ¡Cuánto nos queda por aprender!

Sin embargo, a pesar del tiempo que disponemos con vosotros (mucho o poco dependiendo de las circunstancias) nunca han faltado las anécdotas. De hecho, más quisieran muchos profesores de Historia saber contarla tan bien y conseguir el interés de sus alumnos como vosotros conseguís el nuestro. No sé yo, si nosotros en unos años tendremos tantas películas que contar a nuestros nietos, porque no paramos a vivir el tiempo, y nos dejamos llevar por él. Además, vosotros no teníais miedo, y tampoco os hacía falta ni cámara ni instagram para compartirlo, porque con vivirlo con los que estabais ahí era suficiente. Quizás, esa era clave "carpe diem", pero de verdad, sin pensar en qué vivir  sin comparar ni pensar en qué dirán los otros.

Puede que alguno de vosotros no recuerde con palabras mucho de lo que aquí estamos hablando, o que no seáis capaces de leerlo. Otros puede que estéis viviendo estos días solos, apartados de todas las redes, bombardeados de noticias negativas que encima hacen de esta situación todo más cuesta arriba. Estas letras también son para vosotros, y quizás con más motivo. Porque es duro que al poco tiempo de dejar de trabajar comiences a olvidar como se llaman a los que más quieres o algunas palabras, te sientas perdido, te de por llorar porque te sientes solo... Pero, cuánto más que te toque estar en esta situación, la cual puede que ni seas consciente. Nosotros, en estos días, cuidaremos de tí, te llamaremos para hablar y ver cómo estás, iremos a hacerte la compra para que no salgas, aplaudiremos contigo desde el balcón, y sobretodo tendremos muchísima paciencia.

Pero no sois los únicos. Y, si ya de por sí ninguno de nosotros entendemos qué está pasando, tenemos miedo y necesitamos salir, ¡cuánto más vosotros!. Pero, nos toca quedarnos y principalmente porque nos toca cuidar lo mejor que tenemos en cada una de las casas, que sois vosotros. Aquellos a los que tenemos que estar tan agradecidos por estar a día de hoy aquí. Porque cuando estemos en la calle, quizás lleguéis a ser más conscientes de lo que está sucediendo, de amigos que hoy no tienen la suerte de estar entre nosotros y se han ido de una forma silenciosa y dolorosa, o de otros que siguen al pie del cañón desde los hospitales. Por ellos, y porque esta batalla la ganamos todos juntos, nos quedaremos en casa.

En estos últimos días es doloroso escuchar como algunos países abandonan a su suerte a tantos mayores, y ven esta epidemia como una oportunidad para el futuro de los jóvenes o la economía (como decía algún político internacional ayer mismo). Me parece aberrante la forma de desvalorizar todo lo que una generación ha hecho por nosotros. Porque la realidad es que si hoy nosotros estamos aquí es porque ellos pensaron que su futuro éramos nosotros. Sin embargo, nosotros se lo devolvemos con un futuro en el que ellos desaparecen silenciosamente, como si de una selección natural se tratara. Yo, personalmente, no me perdono que esto sea así, y sé que hay mucha gente ahí fuera que lucha para que todos tengamos las mismas oportunidades, porque todos somos personas con la misma dignidad.

En esta etapa del viaje caminaremos juntos porque nos toca devolver todo lo que nos habéis dado, porque sin vosotros hoy no estaríamos aquí. Por todos los que estáis en casas, en hospitales o nos habéis dejado en los últimos días. Dicen que las personas siempre permanecen vivas mientras son recordadas, y nosotros queremos que sepáis que no estáis solos, nosotros os tenemos muy presentes. Dentro de poco, esto será una anécdota más para seguir contando, eso sí, con un buen vino para celebrarlo. Porque tanto si seguís aquí como si habéis llegado allá, siempre tendremos que estar agradecidos de todo lo que nos habéis dado y enseñado con vuestro ejemplo.

A todos os dejo un último mensaje: "Yo de mayor quiero ser como vosotros"

PD: Dedicado a ellos cuatros, mis cuatro pilares que me acompañan. Son como cuatro patas de una mesa, cada cual a su forma, pero si faltan, la mesa dejaría de ser igual. Gracias por todo lo que me enseñáis. Cuidaos mucho. 

Comentarios

  1. Sí Dios quiere esto pasara y podremos estar todos juntos prenda para darnos los abrazos que estos días no hemos podido darnos y que todo vuelva a ser igual que antes por que la verdad que como no lo hemos vivido nunca parece un sueño Que no se pueda acompañar a los enfermos y si mueren no se pueda uno ni despedir Pero pronto si Dios quiere iré a acompañarte al intercambiador cómo hacíamos y hacerte alguna cosita que te guste Un abrazo muy grande de las dos patitas de la mesa

    ResponderEliminar
  2. Si Dios quiere que podamos seguir compartiendo con nuestros mayores todavia muchas cosas...... Rrzo porque nos los cuide y proteja.... Dios quiera que nos dure poco todo esta situación....

    ResponderEliminar
  3. Nunca podremos agradecerles ni con dos vidas lo que hicieron, hacen y harán por nosotros... Pq cuando ellos nos falten siempre nos quedará su sabiduría... Y siempre caminarán a nuestro lado...

    ResponderEliminar
  4. Hoy toca agradecerles, a tus abuelos, en primera persona. A tu abuelo, que se ha ido en paz, rodeado de todo vuestro amor y cuidados. Y a tu abuela, que hasta el último suspiro de su amado esposo lo ha seguido dando todo, sin pedir nada a cambio. Generosos sin límites. Os han dado un ejemplo que está dando sus frutos. Gracias a ellos de todo corazón, y también a vosotros por seguir su ejemplo. Nos gustaría estar esta tarde con vosotros en Puerto, os acompañaremos con el corazón desde la distancia. Gracias.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Brindamos por ti Antoñito

Mirar más allá

Querida Rutina: