#SOLIDARIDAD
Solidaridad escrito con hashtag y en mayúsculas. No es una casualidad, es una realidad. En estos días, es la única que anda por las calles de muchas ciudades, y es que está utilizando todos los canales que existen. Desde las redes sociales en festivales hasta las comunidades de vecinos en forma de papel y boli.
¿Cómo es aparentemente? A simple vista, no tiene edad porque enamora a grandes y pequeños. Como rasgos de personalidad parece responsable, extrovertida y abierta a nuevas experiencias. Tiene mucha energía, y es capaz de encender bombillas creativas en cada una de las personas que se encuentran con ella. Pero, además, parece que en su "perfil" de redes sociales cada vez tiene más followers, y en número crecen más rápido que la expansión de nuestro querido "nuevo inquilino" (o corona virus).
Pero, ¿dónde ha estado metida tanto tiempo? Yo, personalmente, creo que en muchísimos lugares y personas siempre ha estado muy cerca, y muchos ya llevan un gran camino recorrido de experiencias con ella. Sin embargo, es cierto que hay veces en lo que no hay nada más potente que todos nos juntemos por un objetivo común para que ella conmueva en cada persona. ¿Queréis saber por qué?
En la psicología social hay un experimento bastante conocido al que llaman "La Cueva de los Ladrones" (Robbers Cave Experiment). En 1954, Muzafer Sheriff y Carolyn Sheriff (investigadores) se presentaron como jefes de campamento de boy scouts ante un grupo de 22 chavales entorno a 11 años. Desde el principio fueron separados en dos autobuses, y los llevaron a dos zonas muy distintas entre ellos, de tal forma que no supieran unos de la existencia de los otros. A partir de aquí, el experimento se puede dividir en tres momentos para estudiar las relaciones sociales inter (integrantes de distintos grupos) e intra (integrantes del mismo grupo).
- Primera fase: Crear un sentimiento de pertenencia al grupo: Cada uno de los grupos empezaron a crear su propia identidad de grupo, con un nombre propio, una bandera...
- Segunda fase: Fricción. En este momento conocen la existencia del otro grupo, y se les plantea una serie de actividades competitivas. Se empieza a observar una serie de barreras ante el otro grupo, mucha rivalidad antes los contrarios pero mayor cohesión con sus compañeros. También aparecen prejuicios y cuando se les plantean actividades conjuntas, como comer en un mismo comedor, no se mezclan y solo socializan con los de su equipo.
- Tercera fase: Unidad de grupos. Se plantea un problema ficticio como un desabastecimiento de agua en el campamento o encontrar una película que gustara a todo el mundo. En definitiva, se necesitaba de la colaboración de todos los integrantes para conseguir un objetivo común. En este momento, desaparecen los comportamientos más hostiles y se olvidan de la rivalidad que hasta el momento había aparecido.
¿Qué podemos observar en este experimento? En primer lugar cómo cada persona va buscando su lugar dentro del grupo, siendo muy potentes los lazos que se dan entre personas de un mismo equipo. En segundo lugar, lo fácil que es criticar, discriminar y estereotipar a los que consideramos fuera de nuestro grupo. Pero lo más importante es que no hay nada como una meta común para movilizarnos a TODOS y que seamos capaces de olvidarnos de nuestras diferencias. Al final, la mayor lección es que no podemos encerrarnos en nuestros pequeños grupos si queremos lograr algo grande, porque para llegar lejos será necesario potenciar aquello que más une.
Después de este experimento creo que no se puede comentar mucho más. En tiempos en los que todos tenemos una preocupación, responsabilidad social y meta conjunta no podemos más que movernos en una misma dirección.
La #SOLIDARIDAD es el motor, sin colores ni banderas ni etiquetas, que nos impulsa a dar nuestra mejor versión por los demás. Y lo mejor de todo es que es bidireccional porque cuanto más das, más recibes. Efectos secundarios: propiedad de ser más adictivo que el glutamato.
Salgamos a las calles a aplaudir por todos los profesionales que trabajan estos días sin descanso, utilicemos Skype como si no hubiera mañana para mostrar nuestra mejor sonrisa, pongamos carteles en los edificios para ayudar a los más mayores, escribamos o llamemos a los que viven solos, no dejemos de atender a los más vulnerables, juguemos y hagamos manualidades con los niños y niñas... En definitiva, utilicemos nuestras "ideas más locas" para llegar a tocar los corazones de TODOS.
Aquí puedes leer más sobre el experimento:
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