"Amor sin medida"


"En la memoria de la piel" es una canción de Rosana que nos habla de las veces en las que extrañamos a las personas que más queremos. Cómo nuestro cuerpo, nuestros pensamientos y sentimientos se activan cuando esa persona especial falta. ¡Cuánto estamos aprendiendo en estos días de lo que es echar de menos!

Como bien decía una amiga hace unos días, no hace falta un virus para empezar a valorar a los amigos, los familiares e incluso los conocidos. Pero, sí creo que un confinamiento nos despierta el sentimiento más profundo, las ganas de volver a abrazar y de volver a decir "te quiero". Porque la memoria de nuestra piel necesita recibir ese contacto con la otra persona que nos recuerda que no estamos solas. Porque también los ojos necesitan de esa mirada profunda y cómplice que nos diga: "estoy contigo"

Pero, detrás de todos esos distanciamientos físicos, que no emocionales, hay otros amores sin medida, innegociables, y que a veces no se pueden ver  que empiezan a emerger. El de tantos profesionales que se juegan la vida cada día poniéndose al pie del cañón día tras día. Pero también, el de muchos vecinos que se preocupan cuando alguien desde su ventana ese día no sale, o que cogen el móvil con la linterna para saludar a sus vecinos de los edificios más lejanos. No podemos olvidarnos tampoco de los que cuelgan carteles en sus edificios para hacer la compra a los más mayores, ni de aquellos que han cogido su lista telefónica y cada día contactan con distintas personas para preguntarles cómo van.

¿Y si este amor sin medida se nos quedase a vivir en la piel para toda la vida? 

A mí se me acelera el latido cuando nuestros aplausos se sincronizan, cuando dejamos las responsabilidades para más adelante y nos ponemos desde nuestras casas a dar lo mejor que sabemos. Porque yo creo que cuando todos nos reinventamos, somos capaces de derrumbar el mundo, de volver a construirlo con otros cimientos. Siempre tendemos a echar la culpa a los de arriba, a frustrarnos, a tirar la toalla, y es completamente normal porque tenemos demasiados miedos e incertidumbres. Pero, también es tiempo para empezar a cambiar desde nosotros mismos, de memorizar otros sentimientos, otras caras, y esas actitudes más críticas, para empezar a escribir desde ese amor sin medida.

De hecho, todos sentimos esa experiencia de amor que tenemos grabada a fuego lento desde que llegamos al mundo. El amor sin medida de nuestros padres y madres que cada día se han levantado para darnos lo mejor, que han sido ejemplo y lo siguen haciendo. Pero también quiero resaltar el amor sin medida de todas esas personas que cuidan de sus familiares enfermos o que son cuidadores desde antes de la epidemia, que están en la batalla del olvido, del cáncer, de las parálisis y tantas y tantas más "cuarentenas crónicas". Y por supuesto, no puedo olvidarme de los que trabajan acompañando a personas con discapacidad, migrantes, maltratadas, excluidos... porque estas experiencias de vida, que son reales, solo pueden tener un gran amor detrás que las sostiene para poder seguir caminando paso a paso, incluso cuando también hay miedos e incertidumbre.

Hoy otra amiga recordaba una frase de Teresa de Calcuta: "A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota". Al final creo que ese es el secreto de un amor sin medida y que es capaz de traspasar nuestra piel. Cuando cada uno de nosotros, pequeñas gotas de un gran océano, en cada uno de nuestros gestos, ponemos un "te quiero" a los que nos rodean. Sin esperar reconocimiento, sin esperar que el resto cambie para nosotros empezar a actuar, sin esperar grandes cambios. Y quizás, si gota a gota empezará a darse más "likes" y "me encantas" toda la red, el mar, el mundo se volvería amor difícil de cuantificar, difícil de medir.

"Que la gente se quiera hoy" (33 el Musical)

Comentarios

Entradas populares de este blog

Brindamos por ti Antoñito

Declaración del estado de Navidad

Mirar más allá