Modo Cabaña

¿Cuál es el nuevo síndrome que inunda las redes?

Desde el día de ayer no paro de encontrarme por Facebook y otras redes sociales noticias acerca del "Síndrome de la Cabaña". Personalmente me sorprendió encontrarme con este término ya que, estudiando psicología actualmente, nunca antes había oído hablar sobre esta aparente patología. Por tanto, lo primero que he hecho ha sido ponerme a investigar acerca de qué se trata.

Parece ser, que el término "Síndrome de la Cabaña" proviene del término inglés "cabin fever". A partir de la observación de los cazadores y buscadores de oro del norte de Estados Unidos, establecieron que muchos de ellos, tras pasar largos periodos en cabañas, al volver a la civilización presentaban más ansiedad al contacto social, más estrés y desconfianza. Pero, revisando otras fuentes, también lo relacionan con experiencias posteriores de personas que han sido privadas de su libertad durante un largo tiempo como hospitales o cárceles. 

Actualmente hace referencia al miedo que sufren muchas personas a volver a salir a la calle. Es decir, en estos días en los que las medidas son menos restrictivas, aunque se pueda decidirán no salir por miedo al contagio, porque se van a sentir inseguras, no les aporta felicidad (más bien lo contrario) o porque han salido y han experimentado síntomas de mucha agitación.

¿Por qué sucede esto? Bien, estos síntomas varían mucho de unas personas a otras, y al final, es una percepción subjetiva y por tanto, cada uno sabe lo que le cuesta o no poner un pie en la calle. Por mucho que a algunos nos pueda extrañar no poder disfrutar de nuevo del contacto social o el aire en la cara, tenemos que tener en cuenta que nos hemos acostumbrado durante más de 50 días a estar en casa, nuestra rutina se ha adaptado al nuevo entorno, las noticias y hechos han levantado nuestros miedos al virus, y al final, nosotros hemos asociado seguridad con estar en casa. 

Personalmente me asusta que en muchos periódicos se esté comparando este síndrome con un trastorno psicopatológico de ansiedad como es el de agorafobia. El síndrome no es ni mucho menos un trastorno, es una forma que han utilizado para agrupar una serie de síntomas como es la agitación física, sensación de ahogo, emociones como el miedo o la angustia y pensamientos negativos acerca de estar continuamente preocupados por un posible contagio. Sin embargo, el trastorno por agorafobia es algo mucho más grave y que se diagnostica después de que más síntomas aparezcan durante un largo periodo de tiempo (más de medio año), que causa una discapacidad muy grande en la persona en muchas áreas de su vida y que en definitiva, es mucho más complejo. Por tanto, me parece un despropósito comparar ambas experiencias o nombrar una como antecedente de la otra, porque no son parecidas y además, de cara a la recuperación el síndrome sería un estado transitorio mientras que la agorafobia necesitaría de un tratamiento más complejo.

Angustia es quizás la palabra que mejor define esta sensación que muchas personas están experimentando, y es que, como decía el otro día en "Desescalando" cada uno tenemos tiempos distintos para volver a poner un pie en la calle, y cada uno tiene que romper a su tiempo sus miedos y también controlar sus emociones. Eso sí, siempre desde la prudencia y la responsabilidad podremos empezar a dar pequeños pasos y saliendo de nuestras cabañas. Es importante que mediemos entre la razón y los miedos que no son en vano sino que han sido infundados a partir de situaciones muy duras que hemos vivido en las últimas semanas, pero que debemos ir contrastando con noticias más positivas y reales como el cierre del hospital de IFEMA ayer mismo o la disminución de las cifras. Eso sí, ni cabaña ni vivac, como muchos en el día de hoy que salían como si esta tiempo hubiera sido un simple pause. Creo que debe ser un "reset" (reinicio) desde el cual las cifras que aún quedan, y las medidas de protección nos ayuden a empezar nuestro camino a la "vida cotidiana".

Entonces, ¿qué podemos hacer para pasar del "modo cabaña" al "modo exterior"?
  • Darse el tiempo que cada uno necesita para ir asimilando las nuevas medidas e ir acostumbrándose de nuevo al contacto social, eso sí, con distancias de seguridad.
  • Tener claro que tú mismo o misma eres el único que puedes controlar tu comportamiento, por tanto, tienes el control sobre la situación igual que sobre tus miedos. Sé consciente que en la medida que vayas enfrentándote a la nueva situación podrás ir controlando tus miedos y poco a poco, puedes ir dando pasos como salir al portal, a la acera de enfrente, a comprar el pan... De esta forma, irás ganando seguridad.
  • Igual que tienes tiempo para comer, para dormir, para trabajar... guarda un hueco en tu rutina para salir al exterior, para respirar aire o hacer un poco de ejercicio.
  • Si te da miedo salir solo/a, puedes salir con alguien tu casa que de confianza y de esa forma podrás sentirte más seguro/a.
  • Sigue evitando escuchar o leer noticias falsas porque muchas veces su único objetivo es crear más pánico social basado en información sin credibilidad.
  • Prueba con técnicas de relajación como controlar la respiración cuando estés en el exterior.
Finalmente, nunca podemos desvalorizar nuestros pensamientos o emociones, debemos aceptarlos y enfrentarnos a ellos haciéndolos conscientes. Sin embargo, tenemos que tener cuidado de leer ciertas noticias que advierten de síntomas, que son parte de un proceso de adaptación, y que por tanto, no podemos categorizar como un trastorno. Cada uno debemos hacer nuestro camino de la cabaña hacia el exterior, tomando las medidas suficientes, pero siendo conscientes de que vamos a ir normalizando y volviendo progresivamente a la "normalidad". 

"Que el miedo nos ayude a avanzar con cautela, pero que la angustia no nos paralice a quedarnos en nuestras cabañas bajo cautela"

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